En medio de una crisis educativa y emocional que atraviesa a miles de jóvenes en México, la Fundación LFR ha dado un paso audaz: preparar un anteproyecto de ley dirigido a la Secretaría de Educación Pública (SEP) para que materias como estoicismo, tanatología, desarrollo personal y educación financierase incluyan desde la educación básica.
La iniciativa responde a una preocupación cada vez más visible: los estudiantes egresan con conocimientos académicos, pero con pocas herramientas para enfrentar la vida real. “Hoy los jóvenes salen de la escuela sabiendo multiplicar fracciones, pero sin herramientas para multiplicar su resiliencia. Aprenden historia, pero no aprenden a gestionar su duelo. Tienen títulos, pero no sentido. Eso queremos cambiar”, explicó Verónica Sigala, presidenta del Consejo de la Fundación LFR.
Inspirada en el legado del empresario y pensador Luis Fernando Rouvroy, la Fundación LFR quiere ampliar el horizonte educativo: no solo preparar a los estudiantes para el mercado laboral, sino para la vida misma. El anteproyecto contempla asignaturas que fortalezcan el carácter y la salud mental: la introducción del estoicismo como filosofía práctica para enfrentar la adversidad con templanza; la tanatología integrativa, para comprender y procesar la pérdida con humanidad; educación en autoconocimiento y gestión emocional, que fomente propósito y claridad de vida; capacitación docente para atender la salud mental con empatía; y educación financiera temprana, que enseñe a ahorrar, administrar recursos y tomar decisiones responsables.
“Se trata de sanar el alma y, al mismo tiempo, de equipar al estudiante con herramientas reales para liderar su vida y construir un futuro con libertad interior y responsabilidad externa”, añade el equipo pedagógico de la fundación. Actualmente en fase de diseño técnico y jurídico, la propuesta busca convertirse en un anteproyecto de ley respaldado por aliados educativos, expertos en salud mental, instituciones académicas, legisladores y ciudadanía organizada.
Desde su creación, la Fundación LFR ha impulsado el acceso a la educación a través de becas y programas sociales. Ahora pretende dar un salto mayor: redefinir qué significa educar en México. “Luis Fernando Rouvroy decía: ‘Quien domina su mente, domina su destino’. Nosotros creemos que eso debe enseñarse desde la primaria”, recuerda Sigala.
La Fundación LFR ha lanzado una invitación abierta a universidades, empresas, medios de comunicación, legisladores y sociedad civil para sumarse a esta discusión. La meta: que la educación en México no se limite a transmitir datos, sino que forme jóvenes con sabiduría, resiliencia y claridad de mente, capaces de enfrentar los retos del siglo XXI.