La recepción de recursos en México enviados por trabajadores en el extranjero continuó durante octubre por el camino negativo, con factores coyunturales como la estrategia migratoria estadounidense imponiéndose a la dinámica productiva.
Durante el décimo mes el país recibió recursos por un total de 5,634.8 millones de dólares, que es la mayor cantidad de los últimos 12 meses, pero representa una baja de 1.7% respecto del mismo mes de 2024.
Así las remesas extendieron su racha negativa a siete meses, algo no visto desde comienzos de 2010, o durante prácticamente 15 años. Contra cada octubre el de 2025 fue el más negativo en 13 años.
La cifra fue “resultado neto de una disminución de 5.4% en el número de envíos y de un incremento de 4.0% en el valor de la remesa promedio”, escribió Banco de México, organismo responsable de contabilizar las remeses, en un comunicado.
El número de envíos presentó su segunda caída más baja en siete meses, mientras que el monto promedio aceleró a su mejor ritmo en año y medio.
Octubre se ha vuelto un mes relativamente favorable los últimos años, ubicándose entre los tres mejores ininterrumpidamente desde 2020.
Las remesas del décimo mes sorprendieron positivamente lo anticipado por los analistas, de acuerdo con Banorte Casa de Bolsa, quienes con un estimado de 5,415 millones de dólares esperaban una baja de 5.5%.
“Séptima contracción anual al hilo de las remesas, aunque con una estacionalidad positiva impulsando el monto en el margen”, escribieron los especialistas de la correduría, encabezados por Juan Carlos Alderete, en un reporte. “Con relación a los patrones estacionales, como es usual en los últimos años, la cifra de octubre fue la más alta en lo que va del 2025”.
El desempeño de las remesas sucedió sin que aún se conozcan datos de desempeño de la economía estadounidense como la nómina no agrícola del mes o el producto interno bruto del tercer trimestre, por el retraso que aún sufren las publicaciones pese a que el gobierno ya reabrió funciones completas.
Uno de los indicadores privados más seguidos de empleo, la nómina privada ADP, registró para octubre la menor creación de puestos de trabajo para un décimo mes desde 2010, cuando empezó el registro de esa información.
A ello hay que sumar el impacto de las medidas estadounidenses contra migrantes y residentes hispanos dirigidas por el presidente Donald Trump.
“Hacia el cierre de año, entre los factores y riesgos claves para la dinámica de las remesas, destacan: el enfriamiento del mercado laboral en EUA, las condiciones adversas para los inmigrantes (redadas migratorias), así como por el entorno político-económico de EUA”, escribieron Janneth Quiroz y Rosa M. Rubio, especialistas de Monex Casa de Bolsa, en un análisis.
En pesos mexicanos, la moneda en que se gasta en el país, las remesas sumaron 103,849.6 millones de pesos o una reducción de 7.8% frente a lo captado en octubre de 2024, con un tipo de cambio promedio de 18.43 por dólar. Las remesas llevan cinco meses consecutivos a la baja en pesos.
En el acumulado de enero a octubre, las remesas que entraron al país alcanzaron 51,344.3 millones de dólares, una reducción de 5.1% respecto al mismo periodo de 2024, la baja más pronunciada para un periodo igual desde 2009, cuando el mundo enfrentaba una crisis financiera.
De cara al próximo año los analistas de Banorte estiman que vuelvan a pesar más los factores económicos que de política migratoria.
“Las remesas en 2026 probablemente dependerán más de factores estructurales, con los elementos coyunturales pesando menos en el margen”, agregaron los expertos. “Así, estaremos atentos al desempeño mercado laboral de Estados Unidos el próximo año”.
Aún así, el escenario podría ser negativo, de acuerdo con las perspectivas de los analistas de BBVA, quienes ya anticiparon que las remesas de 2026 rondarían los 60,000 millones de dólares, lo que convertiría al año en el peor de cuatro.
* César Pérez colaboró con esta historia





































