El día que tomó posesión Andrés Manuel López Obrador como Presidente, el mismísimo primero de diciembre de 2018, el periodista Jesús Alejandro Márquez Jiménez, del semanario Orión Informativo, fue asesinado en Nayarit. Cuatro días después, Diego García Corona sería la segunda víctima mortal del gremio periodístico, ahora en el Estado de . Y luego otro y otro y otro hasta sumar 47 en lo que va de este sexenio. La última: , en Tijuana, este pasado fin de semana.

Gracias a la lista que publica la organización Propuesta Cívica, sabemos cada uno de los nombres de los 146 periodistas asesinatos desde que comenzó el sexenio de Felipe Calderón. En el caso del actual , además de los tres citados arriba, estos son los nombres de las personas asesinadas que laboraban en la prensa:

Margarito Martínez EsquivelJosé Luis GamboaAlfredo Cardoso EcheverríaFredy López ArévaloManuel González ReyesJacinto Romero FloresRicardo LópezAbraham MendozaSaúl Tijerina RenteríaEnrique García GarcíaGustavo Sánchez CabreraBenjamín Morales HernándezJaime Daniel Castaño ZacaríasIsrael Vázquez RangelJesús Alfonso PiñuelasArturo Alba MedinaJulio ValdiviaJuan Espinoza MeneraLuis Eduardo Ochoa AguilarPablo MorrugaresJosé CastilloAlma GarcíaJorge Armenta ÁvalosVíctor Fernando ÁlvarezMaría Elena FerralGitler OsegueraTeresa Aracely AlcocerFidel Ávila GómezÁlvaro RuizErick Castillo SánchezNevith Condés JaramilloJorge Celestino Ruiz VázquezÉdgar Alberto Nava LópezRogelio BarragánJuan Escamilla BautistaNorma SarabiaFrancisco Romero DíazTelésforo Santiago EnríquezOmar Iván CamachoSantiago BarrosoSamir Flores SoberanesReynaldo López SalasJesús Eugenio Ramos Rodríguez y Rafael Murúa Manríquez.

¿Los mataron por ejercer el oficio periodístico? ¿Querían silenciarlos por el tipo de historias que estaban reportando? ¿Estaba alguno coludido con el crimen organizado? ¿O sólo fueron víctimas aleatorias, como casi cien mexicanos que son asesinados cada día en el país?

La realidad es que no sabemos las respuestas porque, tal y como ocurre con los otros homicidios de hombres y en México, la gran mayoría de los casos, más del 90%, quedan impunes.

Lo que sí sabemos es que nuestro país es uno de los más peligrosos para ejercer la labor periodística. De acuerdo a Reporteros Sin Fronteras, donde más se cometen asesinatos de periodistas de todo el mundo. Una carnicería que no ha parado.

El último homicidio, el de Lourdes Maldonado, fue particularmente noticioso porque la víctima se había presentado en la conferencia matutina del Presidente el 26 de marzo de 2019 para “pedirle apoyo, ayuda y justicia laboral, porque hasta temo por mi vida, porque se trata de un pleito que tengo seis años con él [, entonces superdelegado federal quien, a la postre, sería el gobernador de ] y que salió el laudo a mi favor en la Junta Federal de Conciliación. Sin embargo, hace poco regresaron el expediente y en tres semanas salió en mi contra absolutamente”.

No puede echarse en saco roto que la víctima, desde hacía más de dos años, se sentía amenazada de perder su vida. Ella misma lo expresó frente al Presidente y todos los medios de comunicación presentes.

Al parecer, el laudo laboral finalmente se ejecutó a favor de Maldonado. Llama la atención, en este sentido, la postura del Presidente sobre el posible involucramiento de su amigo, Jaime BonillaLópez Obrador, quien es lapidario en sus juicios cuando así le conviene, ahora se muestra tremendamente precavido. Por un lado, dice, “si hay vinculación con lo de la denuncia de tipo laboral y ver quiénes son los responsables, verlo con mucha responsabilidad”, pero, por el otro, advierte que “no se puede así, en automático, vincular una demanda de tipo laboral a un crimen, no es responsable adelantar ningún juicio, hay que esperar”.

Ayer, el Presidente volvió a hablar del tema y se comprometió, de nuevo, “a aclarar este crimen y a evitar que continúen los asesinatos de periodistas y de los ciudadanos”. Como siempre, se diferenció de los gobiernos anteriores: “nosotros no establecemos relaciones de complicidad con nadie”.

Muy bien, Presidente. Le tomamos la palabra. Que se aclare el crimen de Lourdes Maldonado y 46 periodistas más que han sido asesinados durante su sexenio. Que se evite que la lista siga creciendo. Demuéstrenos, en los hechos, no en las palabras, que ustedes sí son diferentes de los gobiernos pasados.

 

           Twitter: @leozuckermann

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