8 de junio, una fecha que tal vez muchos consideren común y corriente, sin embargo, es un día de celebración e inclusive clave para la ONU, pues el planeta y la humanidad tiene que conmemorar “El ”. En lo personal este día tiene mucho significado y conexión conmigo, ya que, comenzando por mi padre, oceanólogo, profesor en Ciencias Marinas de la UABC, investigador del CICESE (Centro de Investigación Científica y de Superior de Ensenada) y un orgullo para todos, en especial para la familia, pues el edificio de Ciencias de la Tierra lleva su nombre, inicia esta vinculación entre el océano y yo. Él fue Francisco Suárez Vidal quien, al igual que yo, tuvo como ejemplo a su padre, Ricardo Suárez Isla, siendo un destacado Químico Farmacéutico Biólogo que dedicó miles de horas a cargo del área química de oceanología en la Facultad de Ciencias Marinas de la UABC, apoyando también en la formación académica de centenares de alumnos que todavía lo recuerdan con mucho cariño y respeto como el “Profesor Suárez” y dándole un reconocimiento a su labor de vida el laboratorio de química de dicha facultad también lleva su nombre.

Tuve la fortuna de crecer y disfrutar por más de 25 años lo que es vivir cerca del mar, ser parte del Grupo 2 de Scouts Marinos de Ensenada, así como desde muy temprana edad entender y valorar lo importante que es para nuestro balance en el planeta el cuidado de los océanos, pues es de vital importancia hacerlo, ya que este cubre más del 70% de nuestra casa y básicamente es el encargado de regular el clima. Para la humanidad es la principal fuente de vida, y el solo hecho de considerar que produce por lo menos la mitad del oxígeno del planeta y que es el hogar de la mayor parte de la biodiversidad de este, junto con el papel que tiene como principal fuente de alimentación y proteínas para más de 1,000 millones de personas del mundo, podemos darnos cuenta de que es la base de la salud de todos, por lo que es fundamental un océano sano, para tener un planeta sano.

Tristemente a pesar de saber la importancia que tiene para nosotros, es otro ejemplo de una amenaza cegada, ya que es evidente el ritmo de afectación que este ha tenido.  Con datos reveladores de la ONU sabemos que el “90% de las grandes especies marítimas de peces han sido mermadas y el 50% de los arrecifes de coral fueron destruidos”, por lo mismo el lema y foco de este año y este día es: “Revitalización: Acción colectiva por el Océano”.

Empero, cabe señalar que en el cuidado de los océanos tenemos, científicos expertos aquí en , resaltando específicamente a Ensenada, con Ciencias Marinas de la UABC, proyectos, empresas, innovaciones y cientos de ejemplos de buenas prácticas. Para ello, quisiera enfatizar una buena nota reciente reconociendo a el ambientalista mexicano, Mario Gómez, director de Beta Diversidad, quien recientemente obtuvo un premio en la categoría “Lifetime Achievement” en los “Ocean Awards”, la primera vez que un mexicano participa y resulta ganador del galardón, uno de los más destacados a nivel mundial en materia de protección de los océanos y que contó con la participación de más de 70 candidatos de muchos países y continentes. El premio en su séptima edición es organizado por “The Blue Marine Foundation” y “Boat International”, lo cuales se enfocan principalmente en hacer frente a la crisis ambiental que aqueja a los mares del planeta. Mario Gómez se ha dedicado por más de tres décadas a promover e implementar proyectos de conservación de los océanos.

Sería imposible mencionar tantas personas y organizaciones que trabajan a favor de la conservación de la naturaleza y biodiversidad, pero también en México tenemos ejemplos de clase mundial como el Fondo Mexicano para la Conservación de la Naturaleza, A.C, (https://fmcn.org/) que es una organización privada sin fines de lucro que nació en 1994. El concepto del primer fondo ambiental de México dio pauta en 1992 durante la Conferencia de Medio Ambiente y Desarrollo Sostenible de las Naciones Unidas, celebrada en Rio de Janeiro, Brasil, y después de décadas de trabajo es un gran ejemplo mundial de proyectos a favor de los océanos, arrecifes y la biodiversidad, dentro de muchas otras áreas que trabaja arduamente todo su equipo y aliados.

Así como ya mencioné buenas prácticas y campeones dentro de estos temas, cierro la nota con reflexiones preocupantes, pues a pesar de tener mejores prácticas de oceanología en Ensenada, como solo un ejemplo, también tenemos notas de playas cerradas por niveles de contaminación, donde resalto que la “Acción Colectiva” o multisectorial en todos los niveles es clave para cuidar las joyas de la “Bella Cenicienta”, como es referida a mi querida Ensenada.

Sin más, aquí te dejo con algunas reflexiones y preguntas que me gustaría que te plantearas: ¿Cómo tratas a tu cuerpo y a tus pulmones? ¿Qué harías diferente si te dan un diagnóstico de enfermedad pulmonar? Este es el momento en el que nos encontramos con los océanos del planeta, pues serán nuestra medicina para esos pulmones, y que a su vez son una fuente importante de alimentos, empleos, medicamentos y una parte fundamental de la biosfera: ¡¡¡Hagamos hoy siempre más a favor de los océanos!!!

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