Abogado por la UNAM. Dedicado a investigar la verdad oculta de la historia de México, ha escrito 20 novelas históricas y 5 ensayos de diversa naturaleza. Ha impartido conferencias en México y en el extranjero. Es conductor de un programa de televisión y comentarista en distintos medios de radiodifusión. Ha publicado más de 4,000 artículos. Es columnista en el diario Reforma, en El País y en el Chicago Tribune, Hoy, entre otros más.
Declinar a favor de Claudia significaría coincidir con las aberrantes decisiones de AMLO, ya que ella representa el continuismo suicida, la construcción de los segundos pisos que conducen al abismo. Declinar a favor de Claudia es tanto como apoyar la desaparición de poderes federales, el gobierno de una sola persona, ya que si el próximo noviembre, aquella nombrara a otra ministra enemiga del Estado de Derecho, como Batres, Ortiz y Esquivel, un trío de candidatas al juicio político de subsistir nuestra democracia, simplemente desaparecería nuestro máximo tribunal, pues al haber tan solo 7 ministros ceñidos a la legalidad y 4 morenistas convencidos de la que «la ley no es la ley», cualquier iniciativa legal proveniente del Congreso o de palacio sería constitucional, incluida la no reelección y la extinción de los organismos autónomos entre otras barbaridades y obscenidades propias de la «Cuarta Trituración» del país.
Declinar a favor de Claudia es apoyar el robo de las Afores, es continuar con los abrazos y no balazos, con la consolidación del crimen autorizado, con las extorsiones, con la explosión de la pobreza, con la división social del país, con la destrucción del sistema educativo, de seguridad nacional y de salud pública. Hacerlo conlleva proseguir con un crecimiento económico de menos del 1% en el promedio sexenal, con el daño a la marca México, entre otros incontables perjuicios, cuya reversión será muy costosa en todos los órdenes de la vida nacional.
¡Máynez!, declina a favor de Xóchitl, jamás ganarás, bien lo sabes: es la hora afortunada de las mujeres. De lo contrario contribuirías a la destrucción de la República, del porvenir de tus hijos, de todos nuestros hijos, para quienes deseamos una educación de excelencia, empleo, seguridad pública, verdadero bienestar, garantías ciudadanas, estabilidad política y democracia que jamás tendremos si rindes la causa de la libertad y del progreso a los destructores de México. Tu 7 o 10% puede ser la diferencia entre la vida y la muerte el 2 de junio. Nos jugamos el futuro. ¿Amas más a AMLO y a Sheinbaum que a México? No ganarás la Presidencia, no, pero la patria habrá de ceñir tus sienes de oliva al haber eliminado a un extraño enemigo de nuestras más caras causas. No lo pienses, Jorge: es Xóchitl o la nada, incluido MC: ¡La Patria es primero!
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