En un contundente acto de resistencia a las políticas migratorias del presidente electo , el Concejo Municipal de ha aprobado por unanimidad una ordenanza que declara a la ciudad como “ciudad santuario”.

Esta decisión, que se produce en un contexto de creciente temor entre las comunidades inmigrantes, busca proteger a los aproximadamente 1.3 millones de inmigrantes que residen en la ciudad, muchos de los cuales podrían verse afectados por las prometidas deportaciones masivas del nuevo .

El jueves, el Concejo Municipal votó 13-0 a favor de esta medida, que formaliza un estatus que ya existía de manera informal. El consejal Paul Krekorian subrayó que esta acción es un mensaje claro hacia la administración Trump: “Estamos aquí para apoyar a nuestra comunidad inmigrante y asegurarles que no están solos en este momento de incertidumbre”.

La ordenanza prohíbe el uso de recursos municipales para colaborar con las autoridades federales en la aplicación de leyes migratorias. La decisión se produce en medio de un ambiente tenso, ya que Trump ha reiterado su intención de llevar a cabo deportaciones masivas, lo que ha generado una ola de preocupación entre los inmigrantes y sus defensores.

Activistas proinmigrantes han celebrado la aprobación de la ordenanza, considerándola un paso crucial para garantizar la y los derechos de los inmigrantes en Los Ángeles.

La alcaldesa Karen Bass también ha expresado su apoyo a la medida, destacando la importancia de proteger a las comunidades vulnerables ante las amenazas del gobierno federal. “No podemos permitir que el miedo paralice a nuestra comunidad. Debemos ser claros: Los Ángeles es un lugar seguro para todos”, afirmó.

Sin embargo, a pesar del respaldo local, la administración Trump ha dejado claro que no se detendrá ante estas decisiones. Tom Homan, director del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), ha advertido que su agencia continuará con sus operaciones independientemente de las políticas locales. “Si no nos ayudan, quítense de en medio”, declaró Homan en recientes entrevistas.

El establecimiento formal del estatus de “ciudad santuario” en Los Ángeles no solo refleja la resistencia local contra las políticas migratorias adversas, sino que también se alinea con movimientos similares en otras ciudades como Nueva York y Boston.

Estas acciones buscan crear un frente común ante lo que muchos consideran una amenaza directa a los derechos humanos y la dignidad de millones de inmigrantes en Estados Unidos.A medida que se acerca la toma de posesión de Trump el 20 de enero, las como Los Ángeles se preparan para enfrentar un nuevo capítulo en la lucha por los derechos migratorios, reafirmando su compromiso con las comunidades que han contribuido significativamente al tejido social y económico del país.

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