El pasado domingo 16 de marzo, falleció Antonio Valladolid Orozco, miembro de una familia prominente de Tijuana dedicada a profesión como abogado y a diversas actividades empresariales, filantrópicas, deportivas y sociales.
Como empresario el Lic. Valladolid Orozco (Tony como le llamaban sus amigos) tuvo una destacada participación en la industria, la hotelería y la agricultura.
Como empresario – socialmente comprometido- se distinguió por su apoyo al Proyecto de la Congregación Salesiana (basada en las enseñanzas de San Juan Bosco) que es una orden religiosa que en Tijuana brindan su ayuda a los grupos vulnerables y apoyan a niños y jóvenes en su educación, en sus valores y en el deporte.
Hay que decir que a la familia Valladolid Orozco se debe en gran medida que el sacerdote Salvador Romo Gutiérrez, mejor conocido como El Padre Chava, junto con otros miembros de su Congregación, vinieron a Tijuana para atender al máximo de sus posibilidades a migrantes y gente en extrema pobreza en Tijuana con excelentes resultados.
Actividades empresariales.
La industria del hielo y el agua fue una de las actividades en las que más exitosamente participó.
En la hotelería, junto con otros miembros de su familia, construyeron el hotel Royal Inn, que posteriormente se convirtió en el Ramada Inn.
En la agricultura, igualmente, con otros miembros de su familia, se dedicaron a la producción del campo con diferentes cultivos en San Quintín, Baja California.
Otras actividades.
Tony fue un destacado abogado que ejerció su profesión durante algunos años, la cual dejó para dedicarse a las actividades empresariales anteriormente descritas y a su pasión por el deporte donde se destacó en el futbol, en el boliche y en el golf, particularmente.
Fue un enamorado del Club Campestre de Tijuana, el cual presidió y a quien se debe en gran medida su crecimiento y modernización.
Tony se enamoró de Luchita Rodríguez (miembro de otra familia distinguida de Tijuana) con quien se casó y tuvieron tres hijos: Marcela, Carina y Antonio Valladolid Rodríguez.
Marcela se convirtió en una chef internacional.
Carina en una empresaria con mucho espíritu altruista. Y Antonio es un abogado, empresario y político tijuanense que se ha destacado como funcionario federal, estatal, municipal y Diputado de la LX Legislatura Federal del 2006 al 2009.
Antonio Valladolid Orozco fue en suma, un amoroso hijo, esposo, padre de familia, abuelo, hermano y un amigo que todo lo que quiso hizo, y lo hizo con amor.
Tony Valladolid pasó a otro plano existencial, pero nos dejó un legado de amor a Tijuana, esta frontera que lo vio crecer y a la que se entregó generosamente contribuyendo de manera importante en su desarrollo y prosperidad.
Que descanse en paz.