De acuerdo con el Banco Mundial, la economía mundial sufre más tensiones comerciales e incertidumbre global sobre políticas, por lo que cerca del 70% de las economías globales reducirán su crecimiento.
De lo anterior se desprende la pregunta: ¿Se viene una nueva crisis mundial? Sobre este tema conoce la respuesta de los expertos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)
Los analistas de la UNAM plantean que:
“No basta con medir si hay o no crecimiento económico. Debemos preguntarnos cómo es éste y si profundiza la desigualdad, contamina el medio ambiente o amplía las brechas sociales y de género; entonces, puede generar más problemas que beneficios”.
La economía global tiene el menor crecimiento desde los 70s
De acuerdo con el Banco Mundial, el crecimiento se desacelerará al 2.3 %, casi medio punto porcentual por debajo de la tasa prevista a principios de año.
Estos datos colocan a la década de 2020 como la de menor crecimiento desde los años 70.
Agrega que en el caso de los mercados emergentes y las economías en desarrollo (MEED), las moderadas perspectivas limitan su capacidad para impulsar la creación de empleo y reducir la pobreza extrema.
Este contexto complicado se ve agravado por una moderación de la inversión extranjera directa a los MEED.
La cooperación mundial es necesaria para restablecer un entorno comercial internacional más estable y ampliar el apoyo a los países vulnerables.
¿Se agota el modelo de la globalización?
Los académicos de la UNAM, Adrián Escamilla Trejo, profesor de la Facultad de Economía, y José Manuel Márquez Estrada, secretario académico e investigador del Instituto de Investigaciones Económicas, señalaron la problemática de dicho escenario.
Adrián Escamilla dijo que estamos ante el fin de un ciclo histórico que no tiene sustitución por un modelo alternativo, el agotamiento de una etapa conocida como globalización o etapa neoliberal, de liberalización y desregulación económica que ya no producen crecimiento.
El sistema financiero se orienta a la especulación en detrimento de la inversión directa, sobre todo en infraestructura, que es otra razón por la que nos encontramos en esta situación.
¿La guerra entre Rusia y Ucrania elevó los precios?
El conflicto entre Rusia y Ucrania elevó significativamente los precios de bienes estratégicos, en particular los energéticos y algunos insumos básicos como los granos.
Lo anterior impulsó la inflación y contribuyó a la desaceleración económica global. Los bancos centrales respondieron elevando sus tasas de interés.
Este aumento, si bien buscaba contener la inflación, también tuvo como consecuencia una disminución en la inversión, lo que a mediano plazo frena el crecimiento económico.
Proponen aumentar el déficit fiscal para salir del problema
En países como México, se propone recurrir a la deuda o ampliar el déficit fiscal para aumentar la inversión pública y, con ello, estimular el crecimiento económico.
“Sin embargo, estas estrategias han sido constantemente desalentadas desde las cúpulas financieras para los países en desarrollo.
”México requiere de una reforma fiscal que permita recaudar más de los sectores con mayores ingresos. Eso brindaría al Estado los recursos necesarios para emprender inversiones estratégicas”
¿Qué pasa con el caso de China?
En el caso de China, añadió, estamos ante un nuevo paradigma de desarrollo.
Durante los años 2000, su economía creció a tasas de hasta 25% anual.
Hoy, pese a la desaceleración, sigue creciendo con fuerza y mantiene una visión de largo plazo: planea su desarrollo hasta 2050, algo que difícilmente vemos en América Latina.
La clave está en diseñar estrategias sustentables, igualitarias y a largo plazo.
Así como reconocer que necesitamos un nuevo paradigma y, sobre todo, asumir que la salida de esta situación únicamente será posible si trabajamos de forma conjunta:
- Sociedad
- Estado
- Sector privado