S&P Global Ratings ratificó sus calificaciones crediticias soberanas de moneda extranjera a largo plazo BBB y BBB+ en moneda local a largo plazo para México, ante la expectativa de que se estabilicen las finanzas públicas y la carga de la deuda del soberano durante los próximos dos años “a través de una gestión macroeconómica prudente, incluida una política monetaria prudente y un retorno a los déficits fiscales moderados”.
La calificadora también anticipa que el gobierno gestione de manera pragmática las disputas entre México y los Estados Unidos sobre comercio, inmigración y otros asuntos para mantener la estabilidad económica y mantener la profunda integración económica de los dos países.
“Nuestras calificaciones sobre México reflejan el marco institucional del país que ha traído estabilidad política y cambios regulares de gobierno durante más de dos décadas, así como políticas fiscales y monetarias prudentes respaldadas por un régimen de tipos de cambio flotantes”, dijo S&P en un informe.
Reconoce que muchos años de política monetaria prudente y crecientes mercados de capitales nacionales han fortalecido la flexibilidad monetaria del país. Estos factores son clave para la solvencia soberana y han mantenido la confianza de los inversores y el acceso a los mercados de capitales globales.
Para la calificadora, la credibilidad del banco central independiente y su capacidad para perseguir una política monetaria dirigida a la inflación juegan un papel destacado en el análisis, al igual que la sólida posición externa de México.
Los riesgos
Entre los riesgos de una baja en la calificación, advierte que finanzas públicas más débiles, combinadas con el riesgo de un mayor apoyo extraordinario a las empresas estatales Petróleos Mexicanos (Pemex) y Comisión Federal de Electricidad (CFE), podrían llevar a una rebaja en los próximos dos años.
Finalmente, la calificadora reconoce que la administración de Claudia Sheinbaum ha demostrado pragmatismo y voluntad de trabajar con el sector privado para promover el crecimiento económico.
“El Plan México envía una señal positiva, pero no tendrá mucho impacto en el rendimiento económico en los próximos 12 meses. No esperamos cambios importantes en la política, pero un rendimiento económico potencialmente deficiente puede empujar a la administración a ser más pragmática en la implementación de políticas, especialmente en sectores clave como la electricidad”