El 4 de junio Hugo López-Gatell dijo que un escenario “muy catastrófico” sería alcanzar 60 mil muertos por covid-19. El 16 de agosto se rebasó dicho número. Ayer ya habíamos llegado a 84 mil 420 fallecidos, 40% más del escenario “muy catastrófico”. Y vamos para más porque la pandemia no se ha controlado en .

Con estas cifras oficiales, nuestro país es el número ocho de todo el mundo en cuanto a más muertos por covid-19 por cada millón de habitantes: 635.04 al 5 de octubre.

Somos, además, el país con la mayor tasa de fatalidad de toda América Latina: de cada cien contagiados de SARS-CoV-2, diez se mueren. En Brasil, esta tasa es de menos del cuatro por ciento.

Hay, sin embargo, un subreporte de los fallecidos en México. Diversos estudios, que comparan el número de fallecidos en 2020 con respecto a años anteriores, dan cuenta de un enorme incremento en las defunciones. La única explicación lógica es la presencia de la epidemia en este año. Si tomamos en cuenta esos datos, los modelos sugieren multiplicar por dos y hasta por tres las cifras oficiales de fallecidos que da el . Por dos serían 168 mil 840 los muertos. Por tres, 253 mil 260. De hecho, de acuerdo a la revista The Economist, la es la región del mundo con más subreportes de fallecidos por covid-19 de todo el mundo.

Otro dato: según un estudio de Amnistía Internacional, en el mundo han muerto unos siete mil profesionales de la salud por covid-19. México es el número uno en todo el planeta, con mil 320 fallecimientos confirmados.

El gobierno, en voz de López-Gatell, justifica esta catástrofe (él fue el que puso el adjetivo) por el desastre que existía en el sistema de , la situación de pobreza de la mitad de la población y la existencia de una epidemia de obesidad que incrementa las muertes por comorbilidades.

Pero eso lo sabía el gobierno en marzo, cuando comenzó la pandemia en México y, desde luego para junio, cuando López-Gatell aseguró que lo más factible es que habría entre 30 y 35 mil muertos y, en un escenario “muy catastrófico”, 60 mil.

La realidad es que este gobierno lo ha hecho muy mal en el manejo de la pandemia. Hoy, con gran cinismo, se esconde detrás de puros pretextos.

Cito a Julio Frenk y Octavio Gómez Dantés en el balance que hicieron sobre la gestión gubernamental por el covid-19 publicado este mes en Nexos:

“Esta dramática situación no es producto de la naturaleza, que se ensañó con nuestro país, sino resultado de malas decisiones en el manejo de una pandemia que de haberse enfrentado de manera oportuna, inteligente y agresiva ya estaría bajo control. Hay varios ejemplos de países con niveles de desarrollo similares al nuestro o incluso menos desarrollados que ya lograron controlar esta contingencia, como Camboya, Sri Lanka, Tailandia y Uruguay. Hay países en vías de desarrollo con una población parecida o mayor a la nuestra que están en mucho mejor situación y que cuentan sus muertes en miles y no en decenas de miles, como Bangladés (4,281 muertes por covid-19), Egipto (5,421) y Filipinas (3,558). Incluso el argumento de que la alta prevalencia de diabetes en México explica el elevado número de muertes por covid-19 se viene abajo cuando nos comparamos con Pakistán, uno de los países más pobres del mundo”.

En cuanto a la situación del sistema de salud pública, dicen Frenk y Gómez Dantés: “El pobre desempeño de México en la lucha contra la pandemia por covid-19 se vio agravado por una torpe reestructuración del sistema de salud que tendrá enormes consecuencias negativas en la salud y la protección financiera de la población mexicana”.

Frenk y Gómez Dantés tienen las credenciales para hacer una evaluación seria y contundente como la que han hecho. El primero fue secretario de Salud. El segundo es investigador del Instituto Nacional de Salud Pública. El gobierno de  seguramente desoirá esta evaluación descalificando a los autores por considerarlos adversarios políticos.

 

 

Una reflexión final. Me parece que, como en el tema de la violencia, los mexicanos ya nos estamos acostumbrando a vivir con la pandemia. Ya la vemos como parte natural de nuestras vidas, incluyendo el número de muertos de cada día.

Entre el 12 y el 13 de octubre fallecieron 475 mexicanos por covid-19. Recuerdo que detrás de cada uno de ellos hay una personal. Invito a los lectores a reflexionar más allá de los números y evitar acostumbrarse a esta tétrica realidad. Y, desde luego, atendamos las recomendaciones de los especialistas, comenzando por el uso generalizado del cubrebocas, sobre todo en lugares cerrados.

 

                Twitter: @leozuckermann

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