Ante la crisis mundial que afortunadamente -o gracias a las protecciones de AMLO– no se ha dado en México hay quienes apuestan (y de acuerdo con nuestro rating las apuestas están 10 a 2 en contra de AMLO) que es cuestión de dos semanas para que sea imposible ocultar y detener la explosión de casos de coronavirus en México.
Si esto sucediera, tanto AMLO como los santos a los que se dedicó, quedarán bastante mal y claro, si nada sucede -como quisiéramos y él espera (así como los santos), demostrarán que la razón siempre los ha asistido.
La apuesta es fuerte y yo me atrevo a sugerir que es el mejor momento para tomar ‘protección’, como en la bolsa o en la ruleta donde uno limita sus pérdidas cuando la apuesta es muy alta.
Para este efecto lo más sencillo seria que AMLO llamara al Sr. José Ángel Gurría (quien desde el 2006 -¡14 años!- es el Secretario General de la OCDE) y le pida se haga cargo de asesorar la respuesta financiera de México para el caso de que se dé la epidemia.
Si ya lo sé, Gurria y la OCDE, son el corazón mismo de los neoliberales, pero precisamente eso es lo que lo hace perfecto para este momento.
Gurría, a quien he tenido el gusto de conocer, no podrá evitar ayudar -más que nada porque quiere a México y porque toda su familia vive aquí- y por lo tanto aceptará asesorar para evitar o suavizar el golpe que se vendrá si no se hace nada.
Al hacerlo dará sus recomendaciones, se tomarán las medidas que aún se pueda y se evitará -en caso de epidemia- un colapso mayor de la economía y todo gracias a AMLO y a su capacidad ejecutiva al traer hasta a sus detractores para confrontar la crisis.
Si no pasa nada, AMLO podrá demostrar no solo que siempre tuvo razón, sino que además tuvo el valor de llamar a «la oposición» y preparar un plan de contingencia por el bien de México para el remoto caso de que estuviera equivocado.
Si algo pasa, será gracias a AMLO que se aminorará el golpe; si nada pasa, será gracias a AMLO, que se ahorrará mucho dinero y no se perdió el tiempo dejando de abrazar a todos los que en este tiempo lo han querido abrazar.
Es como jugar a la ruleta apostando al mismo tiempo a negros y rojos, eso garantiza la continuidad del juego y la imposibilidad de perder dejando a AMLO como el profeta del siglo, el único líder mundial que si midió bien la crisis y salió de ella ganando ya sea con apoyo de las santas tarjetas y la protección de la honestidad o con el del plan económico del toro mexicano – que solo pudo participar gracias a él.
En resumen. Sr. AMLO es tiempo de llamar a la infantería, apostar al rojo y al negro, asegurar la tranquilidad de todos en el país (sus seguidores y sus no-seguidores) y ver que pasa en los próximos 15 días, en los que sinceramente espero de todo corazón que usted este en lo correcto, que Dios compense el daño que nos hizo con el vecino que nos destinó, haciéndonos inmunes a la pandemia para demostrarle al mundo que en México todo es posible con convicción, honestidad y fe. Igual, si Dios decide no compensar la carga que representa el vecino del norte, por lo menos el país y sus pobladores estarán un poco más preparados para aguantar el golpe.
Si no encuentran el teléfono del Sr. Gurria, mándeme un mensaje por whats o por email y con todo gusto yo se lo hago llegar, lo que sea con tal de balancear esta apuesta y poner al país en una posición de mínimo daño pase lo que pase.