Sin duda, el término de “trabajo a distancia” debe reconsiderarse, ya que la tecnología lo que nos ha permitido es acercarnos más. El debate actual del nuevo modelo de trabajo no está en si es un trabajo “a distancia” o un trabajo “sin distancia”, sino está entre el trabajo en un mundo de innovación no jerárquico y el trabajo en un mundo de jerarquía. En el fondo la reflexión que tenemos que atender se encuentra en la estructura del trabajo y en la respuesta de este modelo organizacional a los retos de la Industria 4.0.
En ese sentido, no puede haber una Industria 4.0, si no hay una educación y una sociedad 4.0. La idea es sacar valor del talento y en ello debemos de centrar nuestra atención. Surgen entonces varias preguntas: ¿Cuál es el impacto de la Cuarta Revolución Industrial sobre los grandes retos sociales y ambientales? ¿Por qué un nuevo modelo de trabajo? ¿Cuáles son las nuevas habilidades para la Cuarta Revolución Industrial?
Decía Alvin Toffler que «Los analfabetos del siglo XXI no serán aquellos que no sepan leer y escribir, sino aquellos que no sepan aprender, desaprender y reaprender». Y esto se debe a que muchos de los empleos y carreras del futuro todavía no tienen nombre. El ambiente de trabajo debe ser reflejo de esa nueva realidad y de esas nuevas formas de ver el mundo.
El capital intelectual es la fuerza motriz de la nueva era y lo más codiciado. Y con capital intelectual no sólo me refiero sólo a patentes, sino a la innovación de todo tipo: de las marcas, de los modelos de trabajo, de negocios, de todo aquello que crea un diferenciador. Los conceptos, las ideas y las imágenes son los auténticos artículos de valor en la nueva economía. La tecnología es solo un medio para la innovación.
El verdadero canal conductor entre la industria 4.0, la sociedad 4.0 y la educación 4.0 no es la tecnología, sino la colaboración, que es la palabra clave de la Cuarta Revolución Industrial. El nuevo modelo de trabajo convivirá en un espacio donde los mercados serán reemplazados por las redes. En este modelo el acceso sustituye a la propiedad. La clase media anteriormente se distinguía por cuánto tienes y qué posees. En ese sentido, en el trabajo anteriormente se creía que el empleado era parte de la empresa. Hacia futuro, ¿deseamos que los trabajadores estén sentados en la empresa o queremos tener acceso a su talento y habilidades? De ahí la necesidad de migrar a un modelo de trabajo flexible que acerque las habilidades y capacidades de una persona a la compañía que las requiere.
Las empresas tienen que abrazar este nuevo poder silencioso: la explosión del telecosmos de las conexiones y de las redes. Bajo este modelo hay que preguntarnos cómo todos podemos generar valor que nos permita saltar este proceso disruptivo en un modelo de mejora progresiva centrado en el futuro.
o que está sucediendo es una economía de encargos que va a flexibilizar la forma en la que estamos acostumbrados a ver el ambiente laboral y obligará a las empresas a ver el talento de una manera diferente. Este nuevo modelo de trabajo tendrá talento de todo el mundo incorporándose para atender las necesidades de la empresa. Hay que orientar el modelo de trabajo a un objetivo común que nos permita a todos desarrollar un modelo colaborativo.
La Encuesta Mundial de Valores (World Value Survey) analiza a muchos de los países del mundo y una de las variables que analiza es la jerarquía. Hay países muy jerárquicos y otros más libres. De los países del G20, México es el segundo país más jerárquico. En el índice México está por encima incluso de la India que es una economía de castas. Entonces entendemos el gran reto que tiene el país en este sentido: tenemos que dar un salto entre una economía sustentada en la eficiencia (que premia lo bien hecho la primera vez) a una economía sustentada en la innovación. La eficiencia premia las jerarquías. Las jerarquías inhiben la innovación. Busquemos que las personas generen círculos de trabajo con esquemas colaborativos que fomenten la inclusión de todos para la resolución de problemas comunes. Sólo así aprovecharemos la oportunidad que abre la Industria 4.0 y que tiene México por delante.
Sobre éste y otros temas dialogaremos en Industrial Transformation México, la Hannover Messe en México y América Latina, que tendrá lugar del 28 al 30 de octubre.
