La producción industrial en se desplomó 10.0 % el año pasado por la crisis generada por la pandemia de COVID-19, su peor retroceso a tasa anual desde 1995, cuando se contrajo 10.9 %, según datos del Inegi. Los dos componentes más impactados por la crisis fueron la de la construcción, con una caída de 17.2 % anual, y las actividades de manufactura, con disminución de 10 %.

Sin embargo, el rebote de la manufactura ha sido mucho mejor desde el punto más álgido del confinamiento registrado entre abril y mayo del año pasado, impulsado por la fortaleza de la demanda externa, mientras que la construcción sigue rezagada ante la incertidumbre doméstica.

Entre las actividades manufactureras más afectadas en 2020, con un peso importante en el sector, destacan la fabricación de equipo de transporte, con una contracción anual de 20.9 %; metálicas básicas, con caída de 9.0 %; fabricación de equipo de computación, comunicación, medición y de otros equipos, componentes y accesorios electrónicos, con una baja de 6.1 %; y la industria química, retrocediendo 4.8 %. Esas cuatro actividades concentran 42.8 % de la producción de este sector.

Por el contrario, los rubros menos afectados, pero que también registraron caídas, fueron los alimentos, con disminución anual de 0.5 %, así como los accesorios, aparatos electrónicos y equipo de generación de eléctrica, con 0.9 %. Por su parte, la minería fue más estable, con una variación anual acumulada de 1.1 %, beneficiada por la continuación de las operaciones en el sector petrolero desde el inicio de la pandemia, aunque todavía limitada por factores internos. Por último, los servicios públicos (electricidad, agua y gas) cayeron 5.3 % ante la contracción de la economía.

DESEMPEÑO MENSUAL

Con base en cifras ajustadas por estacionalidad, la producción industrial reportó una mejora marginal en diciembre del año pasado, con un avance mensual de 0.1 %, sumando siete meses consecutivos al alza desde la reapertura de la economía. «Consideramos que el resultado es positivo dado un entorno más complejo en cuanto a la evolución de la pandemia, tanto en México como en «, comentó Juan Carlos Alderete, director de análisis económico de Banorte.

Como resultado, la actividad en términos absolutos se mantiene cercana a los niveles registrados a mediados de 2011 y casi 3.5 % debajo de lo observado en febrero, antes del choque por la pandemia, agregó. Como ha sido el caso desde la reapertura, las manufacturas son el principal motor del desempeño de la industria, aumentando 1.1 % en diciembre respecto al mes previo, constituyéndose en la única industria en volver a niveles precrisis de febrero de 2020.

Su recuperación se aceleró en diciembre por el levantamiento de bloqueos a trenes, la expansión en la industria estadounidense y el rebote en la exportación. Destacaron al alza equipo de transporte, maquinaria y equipo, cómputo, textiles, plástico y derivados del petróleo y carbón. La construcción fue la más afectada en diciembre pasado, con una disminución de 2.7 % respecto a noviembre, y tras dos meses de fuertes expansiones. En particular, la edificación fue la más impactada, con una contracción de 5.1 %, en tanto que la ingeniería civil hiló un segundo mes a la baja, con una caída de 1.0 %.

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