La ha solicitado a la Cámara de Diputados Federal desaforar al gobernador de Tamaulipas, Francisco García Cabeza de Vaca. Lo acusan de crímenes muy graves: delincuencia organizada, operación con recursos de procedencia ilícita y fraude fiscal equiparado.

¿Es culpable el político panista?

Para empezar, como he dicho en este espacio en todos los casos judiciales de alto perfil, en este y otros sexenios (v.grLozoyaRoblesCienfuegosSalgado Macedonio), García Cabeza de Vaca es inocente hasta que no se le pruebe lo contrario. Él, desde luego, alega que todo es una fabricación para desviar la atención de los problemas del país. Este fin de semana, de hecho, organizó un mitin multitudinario de apoyo a su persona en Ciudad Victoria.

No podemos, tampoco, soslayar la vieja tradición mexicana de procesar jurídicamente a adversarios para sacarlos de la jugada política.

En el sexenio pasado, por ejemplo, la entonces Procuraduría General de la República (PGR), una vez que comenzó la elección de gobernador en el , filtró a la prensa una supuesta acusación en contra de la familia de la candidata panista a esa entidad, Josefina Vázquez Mota. El golpe la mandó a un lejano tercer lugar en la contienda. Pasadas las elecciones, la PGR exoneró de todos los cargos a la familia de Vázquez Mota. Usted perdone, señora excandidata.

Lo mismo hicieron con el candidato presidencial del Ricardo Anaya. La PGR, de nuevo, filtró una supuesta acusación en su contra en el momento en que el panista venía subiendo en las encuestas. Anaya nunca pudo recuperarse del golpe mediático. En vísperas de que terminara el sexenio de Peña, la PGR, una vez más, lo exoneró de los supuestos cargos. Usted perdone, señor excandidato.

Ahora la FGR, que hoy supuestamente es independiente del Ejecutivo federal, acusa a otro político panista y uno de los opositores más conspicuos del presidente López Obrador (se dice que García Cabeza de Vaca podría ser uno de los posibles candidatos presidenciales del PAN en 2024).

La Cámara de Diputados atenderá la solicitud de la FGR y llevará a cabo el juicio de desafuero. Siendo éste un proceso político, los fiscales deberán presentar las pruebas en una sesión pública. Ahí conoceremos si son sólidas u otro intento de sacudirse a un adversario político y distraer la atención pública en tiempos electorales.

Con toda seguridad, los diputados federales, con la mayoría calificada que tiene y sus partidos satélite, declararán culpable a García Cabeza de Vaca. El asunto pasará a la Cámara de Diputados de Tamaulipas, donde el PAN tiene mayoría, y luego al Supremo Tribunal de Justicia de ese estado. Difícilmente estas dos instituciones locales le quitarán el fuero al gobernador. Ergo, no lo procesarán judicialmente.

Salvo, desde luego, que la FGR presente unas pruebas del tamaño de Júpiter que no dejen duda alguna sobre la culpabilidad de García Cabeza de Vaca, Yo francamente lo dudo tomando en cuenta el terrible récord de los fiscales mexicanos para investigar seriamente.

Al día de hoy, yo no sé si el gobernador panista sea culpable o no. Tampoco es mi intención defenderlo. Habrá que ver, como digo, las pruebas que conoceremos en el juicio de desafuero en la Cámara de Diputados.

Lo que sí me gustaría mencionar es lo que me encontré esta semana en un reporte de Lantia, una de las consultoras de seguridad más serias de . Resulta que el tamaulipeco y el federal han tenido enfrentamientos en el tema de la seguridad en ese estado. Y es que García Cabeza de Vaca ha sido muy eficaz para reducir la violencia en Tamaulipas. Las gráficas que presenta el reporte de Lantia son contundentes de cómo han disminuido significativamente las víctimas letales del crimen organizado. “La creación de un equipo de élite de la policía estatal, llamado Grupo de Operaciones Especiales (Gopes), y la puesta en marcha del mando único policial, han sido medidas centrales en este esfuerzo”.

En conclusión, me declaro escéptico en este caso. Por un lado, el gobierno de  podría estar utilizando a la FGR para rostizar a fuego lento a García Cabeza de Vaca, sacudirse a un adversario incómodo, y reforzar el mensaje presidencial de lo corrupto que eran los gobiernos pasados. Por el otro, tampoco metería las manos por un gobernador de un estado con vieja tradición de colusión entre las autoridades y la delincuencia organizada. Habrá que esperar para ver si esto es otro show de la “justicia” mexicana o no.

           Twitter: @leozuckermann

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