Ante la ausencia de resultados favorables y en un injustificado festejo de sus “primeros 100 días del tercer año de gobierno”, el presidente Andrés Manuel López Obrador recurrió a las remesas para “pronosticar” que registrarán un aumento del 13 por ciento durante este 2021. Lo cierto es que los recientes apoyos por mil 400 dólares que el gobierno de Biden y el Senado norteamericano aprobaron para subsanar la pérdida de empleos por la pandemia, son la razón de las remesas que recibe el país.
Entre broma y broma algunos memes en redes sociales dicen que el presidente que más mexicanos ha vacunado en esta pandemia es Joe Biden y también el mandatario que está dando un empuje a la economía mexicana. Y es cierto, este cheque de mil 400 dólares que estarán recibiendo en estos días los paisanos, es el tercero en el estímulo económico que otorga a sus ciudadanos el nuevo presidente norteamericano y en el que incluye a los migrantes que pagan impuestos.
Mil 400 dólares que serán destinados al pago de renta y de servicios básicos allá en Estados Unidos, pero seguramente 200 o 300 dólares llegarán a sus familias en México, con su respectivo pago de comisiones elevadas en las casas de cambio que, por cierto, ni el gobierno ni el congreso están muy interesados en regular.
Lo que debería informar el presidente López Obrador es dónde se están aplicando esos casi 41 mil millones de dólares en remesas que México recibió durante el 2020, porque los migrantes mexicanos sufren una pérdida histórica de programas destinados a la mejora de sus comunidades y de la calidad de vida de sus familias en nuestro país desde que él llegó a Palacio Nacional.
Destituyen a la titular del IPAM ante denuncias de líderes migrantes
Después de constantes denuncias, incluso en la Secretaría de la Función Pública, fue destituida Ixetl Romero como titular del Instituto Poblano de Asistencia al Migrante. Hay que recordar que diversos líderes migrantes expusieron la forma en que eran tratados por parte de la funcionaria, no solo durante sus visitas a Estados Unidos sino también en las oficinas de Puebla, maltratos físicos, verbales, desplantes durante eventos que ya tenían organizados y que ella dejaba por irse a ver espectáculos en casinos de Las Vegas.
Derroche de recursos públicos durante sus giras de trabajo en la Unión Americana para solventar gastos de su amplia comitiva, pero rechazo permanente a los proyectos que líderes presentaban para diversos eventos o apoyos a organizaciones promigrantes.
Además, maltrato a sus empleados en Puebla y uso de ellos para actividades personales, como la denuncia de llevar a personal de limpieza de oficinas a su casa en un fraccionamiento privado.
En fin, quien se negó a tratar a los representantes de las organizaciones migrantes como “líderes” porque para ella solo eran “gestores” deja una oficina que debería ser fundamental como enlace con los migrantes poblanos, sobre todo cuando Puebla ocupa los primeros 5 lugares a nivel nacional en expulsión de mano de obra y también es de los primeros en recibir miles de millones de dólares en remesas.
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