La ‘nueva’ influenciada por la ‘vieja’ política, actúa motivada por ‘ellos’, bajo la premisa de: ‘Si ellos pudieron, si ellos lo hicieron, ¿por qué ‘yo’ no?’
Sí, sí… Sabemos que México necesita líderes que remedien las realidades que afectan a la sociedad, que las entiendan. Sí, sabemos que gran parte de los mexicanos ya no confía para nada en el sistema político de nuestro país y, por ende, en ninguna persona que lo represente. Sí, nunca estaremos conformes. Los motivos no son pocos.
Los ‘de antes’ solo han ido de un lado a otro, se sabe de sobra. Y ya nadie cree en su palabra que solo cambia de color –¿no de intenciones? –, pareciera una burla cuando reaparecen con discursos malos a secas, perteneciendo a otras siglas que desde mucho tiempo atrás dejaron de ser representadas. Han sido años y décadas enteras viviendo bajo discursos vacíos; y los ‘de ahora’, no tienen una idea de lo que significa hacer política, al menos entender cómo funciona, qué hay que hacer, adónde hay que ir (como país).
Es muy sencillo conmover y crear falsas expectativas manipulando a las masas. Votos, eso es lo importante, no tanto las causas, no tanto lo que va a pasar después. Los votos hablan, y cuando los votos ganan, le dan voz al que sea. Al que sea…
Hoy sí, está bien, ya no son los mismos de antes. ¿Pero quiénes son? Más allá de su ambición y obsesión por querer ganar irremediablemente, ¿quiénes han sido?, ¿quiénes son?, ¿quiénes serán?
No vale la pena mencionar nombres, pero hablamos de los que chistosa y ridículamente se han vuelto ‘virales’, a los que más se ha cuestionado, de los que más se han burlado, de los que más se han excusado, a los que más la han cagado, a los que más han demostrado su inexperiencia por estar a la cabeza de cientos de miles de personas, que están siguiendo/confiando en un incompetente discurso.
Porque hay que aclarar una cosa: sí necesitamos ciudadanos al mando, porque ellos han vivido y han entendido las realidades sociales desde que nacieron donde crecieron. La empatía es inherente, no es un acto, no es un lujo. Y también necesitamos que estos ciudadanos sean capacitados por grupos capaces y responsables de guiar una campaña, un discurso, un nombre y lo más importante, una comunidad que necesita cambios desde hace generaciones.
Pero no necesitamos a más ‘enfermos por fama’ ‘o de poder’, a más ‘estás aquí porque tu familia es opulenta y puede’, a más ‘¿y por qué no dedicarme a la política?’, a más ‘quiero tener el dinero que ellos, ¿qué tan difícil ha de ser?’; todo esto está disfrazado de empatía, solidaridad, altruismo, humanismo, etcétera. Palabras que ni siquiera comprenden, porque en los hechos y en las intenciones es evidente.
Necesitamos más ‘eso nunca ha sido justo, y nunca ha estado alguien que pueda resolverlo (…) lo haré yo junto a la comunidad’ porque es por la comunidad. No por el ego, no por tu imagen, no por la gente que va a aprobarte, no por los votos. Necesitamos preparación. Necesitamos conocimiento dirigido a las causas reales. Necesitamos capacidad. Necesitamos experiencia. Necesitamos seriedad.
No hemos tenido ideas claras ni capaces. Y si nuestra agenda de candidatos sigue ridiculizándose, menos.
Este no es un mensaje que busque influenciar en absolutamente nada. Solamente, a un mes prácticamente de elecciones en diferentes estados de la República, decide bien qué vas a hacer. Elige bien tu voto, infórmate. Nunca dejes de hacerlo. La manipulación es fácil cuando en las masas la ignorancia es circunstancial. Y también cuando no lo es.
Sé. Que viva el pensamiento crítico.