Los encuestadores coinciden: es muy probable que la coalición de Morena, PT y PVEM consiga el número de diputados federales suficientes para asegurar la mayoría absoluta (51%), lo que les permitiría modificar leyes y aprobar el anual.

Hay una siguiente meta: alcanzar la mayoría calificada, es decir, 333 diputados que les otorgarían los votos para reformar la Constitución. Es lo que quiere el presidente López Obrador por dos razones. Primero, porque hoy cuenta con esa mayoría en la Cámara de Diputados y sería una gran señal de fortaleza electoral mantenerla. Segundo, porque, ya empoderado, con los votos suficientes en la Cámara baja, procedería a desmantelar la minoría opositora en el Senado que le ha bloqueado algunas reformas constitucionales. Será mucho más fácil para un Presidente fortalecido en las urnas conseguir cinco senadores de la oposición para llegar a 85 requeridos a fin de enmendar la Carta Magna.

Al día de hoy, las encuestas demuestran, sin embargo, que la coalición gobernante no obtendrá la mayoría calificada. El Modelo de Predicción de oraculus.mx le da un total de 319 diputados a la alianza de Morena, PT y PVEM. Les faltarían 14 para reformar la Constitución.

Vamos a suponer que, efectivamente, se cumplen los pronósticos de hoy y la coalición gobernante se queda corta en 14 diputados para la calificada. Pues tratarían de conseguirlos a como dé lugar, junto con cinco senadores. De esta forma,  podría modificar la Constitución (asumo que retendrían, como tienen hoy, el control de, por lo menos, 16 legislaturas estatales, que es el otro requisito para reformar la Carta Magna).

¿Cómo conseguir 14 diputados y cinco senadores?

Pues convenciéndolos una vez que se instale la siguiente Legislatura. De hecho, la mayoría calificada que actualmente tiene AMLO en la Cámara de Diputados así se armó: sustrayendo legisladores de otros grupos parlamentarios. Parafraseando a Álvaro Obregón, no hay legislador que no aguante un cañonazo de mucho dinero o un buen puesto político en el futuro.

Hasta ahora, varios diputados opositores sí se pasaron al bloque de Morena. Los senadores aguantaron. Aunque algunas veces la oposición en el Senado votó a favor de reformas constitucionales propuestas por el , ahí sigue el bloque de contención minoritario que ha detenido las propuestas más radicales del Presidente.

El gobierno hará todo lo posible para llevarse los diputados y senadores necesarios para la mayoría calificada. La pregunta es si resistirán los involucrados.

Por eso es importante el acuerdo que firmaron ayer los dirigentes nacionales del PAN, PRI y PRD en el sentido de que la actual alianza electoral se transformará en una eventual alianza legislativa. Supuestamente van a votar juntos en el para, entre otras cosas, respetar la actual legislación electoral e impedir el asalto a los del Estado.

Este es el compromiso. Habrá que ver si los tres partidos tienen las herramientas para imponer la disciplina partidista a sus legisladores.

Los escaños le pertenecen a cada individuo electo, quien tiene el derecho de cambiarse de grupo parlamentario a su antojo. Llegado el caso, a 14 diputados y cinco senadores opositores, el gobierno podría ofrecerles el oro y el moro o hacerles manita de puerco para que se pasen a la coalición gobernante. PAN, PRI y PRD tendrían que ofrecerles más oro o aplicar más fuerza a la manita para evitar que se pasen al otro lado.

Hay otra opción para el gobierno. Se llama Movimiento Ciudadano. Este partido va solo en estas elecciones. Actualmente cuenta con siete senadores y, de acuerdo con el modelo de oraculus.mx, podría ganar 14 diputaciones.

La tirada de MC es presentarse como una tercera vía para el electorado. Ni se alían con los del pasado (PAN, PRI y PRD) ni con los del presente (Morena, PT, PVEM). Es una estrategia con la vista puesta en las elecciones de 2024. En este sentido, difícil pensar que MC cambiaría de posición y comenzaría a votar a favor de reformas constitucionales del gobierno. Pero lo fascinante de la política es que lo que un día se ve imposible al siguiente es realidad. Ahí está, por ejemplo, la actual alianza de dos archirrivales del pasado: PAN y PRI.

La elección federal legislativa no termina el seis de junio. Cuando se conforme el siguiente Congreso veremos qué tanto poder tiene el Presidente para “robarse” diputados y senadores de oposición con el fin de tener mayoría calificada en ambas cámaras. “Haiga sido como haiga sido”, diría un clásico odiado por AMLO.

 

           Twitter: @leozuckermann

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