“Las proyecciones sugieren que la tasa de desempleo en México en el cuarto trimestre de 2022 será 0.5 puntos más alta que antes del inicio de la pandemia”, refiere la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE), en el análisis Perspectivas sobre el Empleo 2021.
Esto llevaría a la tasa de desempleo a 4.1%, pues en febrero de 2020, justo antes del inicio de la pandemia, la tasa de desempleo ajustada estacionalmente en México era de 3.6%. Esta saltó rápidamente a 5.5% en junio de 2020, durante el pico de la crisis.
La perspectiva para la tasa de desempleo a finales de 2022 es muy cercana a la de los últimos datos disponibles, pues esta se mantiene en 4.2% en mayo de 2021.
“Con la prudente reapertura de muchos países europeos y norteamericanos, se proyecta que el desempleo en la OCDE caiga un punto porcentual adicional hacia finales de 2022. No obstante, los países latinoamericanos siguen lidiando con altas tasas de COVID-19 y se espera que muchos tarden varios años en recuperar los niveles de empleo pre-pandemia”, refiere el análisis.
Desde el inicio de la crisis del COVID-19, México experimentó una de las mayores caídas en el empleo de toda la OCDE. De hecho, a mediados de 2020, su tasa de empleo era 12 puntos porcentuales inferior a la media de 2019 (61.6%). Durante el mismo período, la tasa de empleo promedio de la OCDE bajó 5 puntos porcentuales.
La caída en la tasa de empleo, muy marcada en los primeros meses de la crisis COVID-19, tuvo un fuerte impacto en los ingresos de los hogares. Por ejemplo, entre el último trimestre de 2019 y el segundo trimestre de 2020, en ausencia de una red de protección integral, el ingreso bruto disponible disminuyó casi un 11% en México, una de las mayores caídas observadas en la OCDE, refiere la organización global.
Menos horas trabajadas
El impacto inicial de la pandemia en México provocó una drástica reducción del total de horas trabajadas, esta fue de 38% entre enero y abril de 2020. Luego de una recuperación gradual, una segunda ola de infecciones generó otra caída, más limitada, a principios de 2021.
Según las últimas estadísticas disponibles, en marzo 2021 las horas trabajadas en México seguían siendo casi 10% menos que antes de la crisis.
«A diferencia de muchos países europeos, donde las horas de trabajo perdidas se explican por reducciones de las horas trabajadas por personas que permanecieron ocupadas, en México este ajuste se canalizó principalmente a través del desempleo, que representó más de la mitad de las horas no trabajadas en 2020», detalló.