«Bonita finca de adobe, puerta de encino y mezquite» —Ramón Ayala
«Los funcionarios públicos… no pueden improvisar fortunas, ni entregarse al ocio y a la disipación, sino consagrarse asiduamente al trabajo, resignándose a vivir en la honrosa medianía que proporciona la retribución que la ley haya señalado.» Benito Juárez
«No consumir de manera enfermiza. Si ya tenemos zapatos ¿Para qué más? Si ya se tiene la ropa indispensable, solo eso. Si se puede tener un vehículo modesto para el traslado ¿Por qué el lujo?» Andrés Manuel López Obrador.
La campaña de 2018 del licenciado de catorce años Andrés Manuel López Obrador tuvo como eje central 3 importantes premisas: bajar la violencia en base a abrazos y no balazos, la austeridad republicana y la recuperación de 500 mil millones de pesos al año de dinero público por concepto de combate a la corrupción.
Precisamente en ese discurso de austeridad republicana y honrosa medianía hicieron suponer que él y los suyos vivirían en una bonita finca de adobe, con puertas de encino y mezquite.
Sin embargo, en enero de 2022 estalló el mayor escándalo de corrupción que haya enfrentado hasta el momento la administración del Presidente de México, se trata de «la casa gris» de Houston donde habitaba su hijo José Ramón López Beltrán.
El caso publicado por el periodista Carlos Loret de Mola e investigado por los reporteros Raúl Olmos, Verónica Ayala y Mario Gutiérrez Vega de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad, MCCI, dio a la luz detalles del estilo de vida del hijo presidencial que eran (y son) difíciles de explicar: El hijo del presidente y su pareja sentimental rentaron una casa a Keith Schilling, un exejecutivo de Baker Huges, empresa contratista de la principal paraestatal del Estado Mexicano, PEMEX y quien solo en los primeros 5 meses de renta del inmueble recibió contratos por 3,900 millones de pesos.
Un análisis más profundo descubrió que dicha renta fue facilitada por la agencia de bienes raíces propiedad de Virginia Schilling, mamá del Keith, y el contrato no fue dado de alta en el sistema de administración de rentas y ventas del Estado de Texas, así lo reportamos en Conexiones en el articulo, José Ramón López Beltrán: El gran fraude parte III, El #HoustonGate.
Es preciso señalar que la pareja sentimental de José Ramón trabaja como lobbysta para empresas contratistas de PEMEX, precisamente para firmas como Baker Huges.
La casa en cuestión contaba con alberca de 28 metros, sala de cine, sala de juntas y un sin fin de comodidades dignas de primer mundo. La casa del Trivago.
En ese tiempo también se reporteó que ellos no vivían más en esa casa, y que se habían comprado una residencia en una comunidad cercana. Mediante una investigación documental en el registro público de propiedades (récord públicos en Estados Unidos) se pudo comprobar que la única propietaria de esa casa es Carolyn Adams y que estaba registrada como “señora soltera”.
Al ser una comunidad de reciente creación no se cuenta con muchos datos ni fotos de la propiedad, Google Maps solo ofrece una vista de terreno baldío y una vista aérea bastante limitada.
Con los datos disponibles, una fuente en Houston investigó si el estándar de vida que tiene la familia de José Ramón López Beltrán es el de vivir en una bonita finca de adobe como lo pregonado por el Presidente de la República.
El camino a la finca de adobe.
Para llegar a la casa desde el aeropuerto es necesario contar con auto particular, ya que se encuentra a unos 60 kilómetros y el recorrido toma unos 50 minutos. El camino que lleva a esa comunidad tiene un sistema de peaje automatizado por lo que hay que pagar unos 10 dólares de casetas del aeropuerto a la casa de José Ramón. El paisaje texano es semidesértico donde predominan los tonos ocres y marrones.
Al momento de dejar la autopista estatal TX99 y entrar a la comunidad de Bridgeland del condado de Montgomery en Conroe, Texas, se percibe un ambiente muy diferente: De inmediato llaman la atención las grandes áreas verdes comunes, es muy notoria la presencia de lagos y lagunas y un sin fin de plantas de ornato, altos zacatones y árboles jóvenes que no son de la región (como pinos y otras coníferas), pudiendo observar en el recorrido al menos 3 diferentes equipos de mantenimiento de parques y jardines, además de sistemas automatizados de riego con agua a presión.
El área está dividida en pequeñas comunidades de 10 a 12 cuadras, todas con una entrada con un nombre específico.
Se encontraron en la comunidad de Bridgeland, letreros que promocionaban el fraccionamiento mostrando sus ventajas, por ejemplo el de tener un sistema escolar al nivel de los mejores del estado de Texas, áreas para pesca recreativa y un gran centro comunitario.
Al ser un desarrollo joven, pudimos percatarnos de lujosas viviendas aún en etapa de construcción. Se abordaron a dos compañías que están construyendo activamente en la región, y según nuetras fuentes, la mayor parte de las casas que están desarrollándose en este momento tienen un precio de venta al público de entre 1 y 1.5 millones de dólares.
La casa del chozno del presidente se encuentra a unos 2 kilómetros de la entrada principal, para llegar se entra por una calle que tiene de lado una laguna panorámica, que a la orilla tiene una bonita área de juegos infantiles a menos de 300 metros de la casa.
Cuando investigaron en el registro público de propiedad del estado de Texas, se encontró que la casa en mención tiene un par de características interesantes: El valor catastral (sobre el que se paga impuestos) ronda los 350 mil dólares y que la casa está compuesta de 5 cuartos y 4 baños en un espacio de 5899 pies cuadrados (548 m2 de área habitable construida en un terreno de 1100 metros cuadrados.)
Si la comparamos a la famosa «casa gris» que rentaron al alto funcionario de Baker Hughes, que tenía un área construida habitable de 4814 pies cuadrados (447 metros cuadrados), la nueva casa, propiedad de la familia López-Adams es de mayores proporciones que la que rentaba anteriormente.
La residencia se encuentra al fondo de una cerrada y es la más grande del vecindario. Por el exterior se puede observar una distribución en al menos dos niveles, con lujosos acabados exteriores, un par de jardineras en la parte frontal y una cochera para al menos dos autos. El costado izquierdo de la casa tiene un camino que lleva al sistema de carriles de paseo para bicicleta o senderismo con el que cuenta la comunidad.
Los lujos de la casa de adobe de José Ramón.
Es bien sabido que el valor comercial de las casas es un asunto multifactorial: Puedes tener una casa gigantesca y lujosa y no tener servicios disponibles lo que jugaría en contra del valor de la casa.
La casa de José Ramón y Carolyn tiene alrededor una serie de servicios y amenidades muy al alcance de la mano.
A menos de 200 metros de la casa encontramos un muelle escénico con dos bancas a la orilla del lago, un lugar perfecto para admirar tranquilamente el bonito atardecer texano. Muy cerca de ahí, pero en sentido contrario del mismo lado, el vecindario cuenta con una moderna área de juegos infantiles y poltronas de descanso.
La familia López/Adams tiene a menos de un kilómetros servicios de primer mundo como un gimnasio y área familiar con servicios tan variados como: Alberca, chapoteadero, caminadoras, canchas de tenis y canchas de basquetbol .
En el camino, a la salida del fraccionamiento, se pudo observar autos de lujo tipo Mercedes-Benz, BMW, Lincoln y Audi y hasta autos clásicos tipo “muscle car”.
El residencial es sin duda de muy alta plusvalía dado que cuenta con todos los servicios alrededor: Escuela primaria a menos de 3 minutos en carro, supermercado a 7 minutos, farmacia y hospital a 10 minutos y una estación de bomberos a menos de 4 kilómetros.
¿Cuánto cuesta la bonita finca de adobe?
Con todos estos datos es posible calcular el valor comercial de la casa.
A menos de 500 metros a la redonda encontramos varias propiedades a la venta, y una con características similares en área y ubicación, al revisar el precio de las casas en los portales de internet, pudimos constatar que el precio comercial por pie cuadrado ronda los 200 USD. Zillow nos muestra una casa de similares características en la calle Lake Park drive a un precio de 1.1 millones de dólares.
Bonita finca de adobe, puerta de encino y mezquite… Ramon Ayala
El precio calculado de la bonita finca de adobe ronda los 1.0 a 1.2 millones de dólares
Los agentes inmobiliarios del área comentaron que el residencial donde vive la familia del hijo del presidente, se encuentra en una de las mejores áreas de los suburbios de Houston, con alto valor de reventa y que cuenta con los mejores servicios disponibles en salud, ubicación y seguridad.
Comentarios de la bonita finca de adobe.
La pobreza franciscana que pregona López en su homilía mañanera palidece ante los lujos entre los que vive la familia de su hijo: Lagos, gimnasios, pesca hospitales, seguridad, todo eso hace un brutal contraste con la terrible realidad de millones de mexicanos.
El torpe control de daños que hizo la Presidencia de la República en el caso de la «casa gris», incluyó la explicación de que José Ramón trabajaba como abogado del grupo KEI en Houston, filial de Grupo Vidanta que en si mismo constituye otro conflicto de interés al ser también contratista del gobierno mexicano y no contar con licencia para ejercer la abogacía en Estados Unidos ni en Texas.
También nos explicaban que “al parecer la señora tiene dinero”. Sin embargo el poder adquisitivo necesario para comprar una casa de este calibre y con estas comodidades no corresponde al hijo de una persona que vivió con 200 pesos en la bolsa y que en julio de 2018 decía que “no sabía que iba a hacer.”
Casualmente la familia López Beltrán se ha enriquecido inexplicablemente, durante el sexenio lopizta, y corresponderá a ellos explicar ¿cómo compraron algo muy distante a una “bonita finca de adobe en Houston”?, ¿en qué trabaja su hijo?, ¿cómo mantiene ese tren de vida y por qué si su padre está transformando el país para mejorarlo, vive en el extranjero y no en México?
Esas preguntas corresponden a otro responder, otro que tampoco vive en una finca de adobe, sino vive en un palacio.