Durante el tercer trimestre de este año, Petróleos Mexicanos se alejó de la promesa de la soberanía energética, pues de forma generalizada los petrolíferos mostraron una fuerte alza de importaciones en relación con el año anterior.
Esto ocurre pese a que apenas el lunes pasado, el director de Pemex, Octavio Romero Oropeza, aseguró en comparecencia ante el Senado de la República, que el país estaría muy cerca de la autosuficiencia energética entre 2023 y 2024.
Sin embargo, los datos de Pemex muestran una historia muy diferente.
De acuerdo con el reporte financiero correspondiente al tercer trimestre, en el periodo de referencia las importaciones de petrolíferos aumentaron casi 50 por ciento en relación con el mismo lapso del año anterior.
Por tipo de producto, el que presentó el mayor incremento fue el diésel, pues las importaciones en el tercer trimestre alcanzaron un promedio de 216 mil barriles diarios. Este dato equivale a un incremento de 116 por ciento en relación con el tercer trimestre del año anterior.
En segundo término aparece la turbosina, cuya importación pasó de 42 mil barriles diarios en promedio en el tercer trimestre de 2021, contra 56 mil barriles en el mismo lapso de este año.
En tercer lugar aparecen las gasolinas, cuya importación aumentó 33.2 por ciento anual, pues en el tercer trimestre de este año alcanzaron 455 mil barriles diarios, lo que representa aproximadamente 67 por ciento del consumo diario del país.
La historia es similar en el acumulado de 2022, pues la importación de petrolíferos aumentó 35.7 por ciento anual.
Para el analista, el incremento en las importaciones implica un mayor costo para Pemex, lo que hay que asumir como un costo, porque es un insumo para ventas, debido también a los estímulos fiscales en las gasolinas para mantener la inflación a un ritmo menor al que debería estar.
Esto implica que Pemex está absorbiendo el golpe de la volatilidad de precios a nivel internacional con tal de contener la inflación.
El especialista de GMEC aseguró que el incremento en la importación fue consecuencia de un incremento en la demanda de los combustibles, debido a la recuperación económica post-Covid.
“Esto está haciendo que la demanda a nivel global esté disparada y que los destilados intermedios, como el diésel y el gas LP tengan incrementos gigantescos en los precios”, comentó.
No habrá autonomía, ni con Dos Bocas
De acuerdo con Gonzalo Monroy, el incremento productivo en las plantas existentes del Sistema Nacional de Refinación, e incluso si la procesadora de Dos Bocas inicia sus operaciones el año anterior, será muy complicado alcanzar la autonomía energética.
En promedio, en México se consumieron este año con corte a septiembre, 673 mil diarios de gasolina, de los cuáles 421 mil fueron importados.