Del lado del oficialismo, no ha pasado nada. Es lógico. Las reglas están hechas para una campaña de tierra y esto favorece a la que va arriba en las encuestas, es decir, Claudia Sheinbaum. El guion de López Obrador va desarrollándose conforme a lo previsto. El Presidente escogerá a la exjefa de Gobierno capitalino como la candidata presidencial de Morena.
Los seis aspirantes (cuatro de Morena, uno del PT y otro del Verde) andan puebleando y, como no pueden hacer propuestas de gobierno ni pelearse entre ellos, no generan noticias. Son aburridas campañas de tierra que no le interesan a nadie.
Así es imposible mover las encuestas.
Esta semana, una de las encuestadoras serias del país, Buendía&Márquez, publicó una encuesta nacional en vivienda. Los números prácticamente no se han movido.
Ebrard y Sheinbaum tienen los mayores niveles de reconocimiento de nombre (71% y 66%, respectivamente). Muy atrás están los otros cuatro aspirantes. Destaca Adán Augusto López quien, a pesar de haber gastado una millonada en anuncios espectaculares que están por toda la República, sólo lo conoce 36% de los votantes.
En cuanto al saldo de opiniones de los aspirantes (al porcentaje de las positivas se les resta el de las negativas), Claudia tiene un +34 y Marcelo un +27.
Finalmente, en la pregunta que podría ser la decisiva (aunque este columnista piensa que el Presidente elegirá al candidato por dedazo), Sheinbaum lidera las preferencias en la pregunta de quién de los seis aspirantes debería ser el candidato de Morena y su coalición para la Presidencia de la República. Un 34% la prefiere a ella, mientras que 22% a Ebrard. Los demás aspirantes registran cifras de entre 6% y 8%.
Así que Claudia puede dormir tranquila. Es la favorita de AMLO y va arriba en las encuestas. Conque siga “nadando de muertita”, sin cometer errores garrafales, llegará al 6 de septiembre como la candidata presidencial de Morena. Sin campañas de aire, los otros aspirantes no tienen cómo alcanzarla en los 55 días que quedan de los “recorridos” por el territorio nacional.
En el frente opositor, lo que observamos fue la irrupción de Xóchitl Gálvez como un huracán que cimbró el proceso de selección de candidato presidencial de la alianza PAN, PRI y PRD. Con un magnífico video que se volvió viral, la senadora lanzó su candidatura y comenzó a generar adhesiones y apoyos en las redes sociales.
Como he dicho en este espacio, creo que Xóchitl es la única candidata opositora que podría ser un game changer en la carrera presidencial. Su presencia en la boleta puede cambiar los términos de la competencia. No sé si los partidos la vayan dejar llegar a la candidatura ni si pueda ganar la elección a la poderosa maquinaria de Morena. Pero sí creo que su presencia haría mucho más competitiva la elección presidencial que hasta hace unos días se veía muy inclinada a favor del oficialismo.
Veo que los propios morenistas comienzan a percibir esto. En la prensa cercana a la 4T (La Jornada, por ejemplo) así como en las redes sociales ya iniciaron los ataques en contra de Xóchitl Gálvez a las que se sumará el jefe de la campaña oficialista, el presidente López Obrador.
La irrupción huracanada de Gálvez estuvo acompañada de la renuncia de varios posibles aspirantes a la candidatura de oposición. Todos se quejaron de las reglas. Típico. En realidad, muchos de ellos son políticos que quieren convertirse en candidatos sin despeinarse. Como Maximiliano, pretenden que un grupito de poderosos llegue a sus casas a ofrecerles el imperio en bandeja de plata. Les da miedo la competencia. Saben que van a tener enfrente a una mujer entrona como Xóchitl y prefieren retirarse de la contienda justificando su decisión en las reglas. Mejor que se excluyan a que hagan el ridículo.
En la semana, anunciaron que no participarían Mauricio Vila, Germán Martínez, Lilly Téllez, Claudia Ruiz Massieu, Gustavo de Hoyos y Alejandro Murat. Sospecho que nadie los va a extrañar.
Finalmente, no está de más recordar que todas estas campañas anticipadas son ilegales. Sin embargo, una de las instituciones encargadas de aplicar la ley (en este caso la Comisión de Quejas y Denuncias del Instituto Nacional Electoral) rechazó emitir medidas cautelares para suspender los actos públicos de los aspirantes de la 4T rumbo a 2024. La determinación tiene que ser revisada por el Tribunal Electoral. Pero es evidente que tanto el oficialismo como la oposición han decidido pasarse las normas por el Arco del Triunfo. Eso pasa cuando se cuenta con una ley tonta e inaplicable como la que tenemos en México.
- Twitter: @leozuckermann