La reciente promulgación de la Ley de Prevención de la Extorsión Extranjera (FEPA) por el Congreso de los Estados Unidos, marca un hito importante en la lucha contra la corrupción internacional. El acuerdo establece medidas y sanciones específicas para funcionarios extranjeros que soliciten o acepten soborno.
Según el consejero de la firma de abogados Pérez Correa González (PCG), Juan Carlos Izaza: “La FEPA tiene el potencial de contribuir a un ambiente de negocios más transparente y responsable en México, penaliza las prácticas corruptas de funcionarios extranjeros, proporciona defensas adicionales a las empresas estadunidenses y refuerza el compromiso de ambos países con la integridad en el comercio internacional; su aplicación efectiva requerirá cooperación y compromiso permanente entre ambos países”.
Cumplir con las disposiciones de dicha ley en México puede tener beneficios significativos, pues da la posibilidad de alinearse con los estándares internacionales de lucha contra la corrupción y da pie a fortalecer la reputación del país como un socio confiable en el mercado global.
El Índice de Percepción de la Corrupción desarrollado por Transparencia Internacional, colocó a México en la posición 126 de los 180 países evaluados con un puntaje de 31 puntos en una escala que va de 0 a 100, siendo 100 la mejor calificación posible.