De acuerdo con estimaciones propias, las remesas enviadas a México podrían registrar una disminución del 5.8% al cierre del año, alcanzando un monto estimado de 61 mil millones de dólares, frente a los 64.7 mil millones de dólares recibidos en 2024, tal como se señala en el Anuario de Migración y Remesas 2025. Asimismo destaca cambios en los flujos migratorios y señala que las aprehensiones realizadas por la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos en la frontera con México durante la primera mitad de 2025 se ubicaron en mínimos históricos, lo que podría estar incidiendo en una menor cantidad de envíos de dinero desde el extranjero.

La proyección en la caída de remesas de un 5.8% para 2025, obedece a la tendencia observada desde noviembre de 2023; tan solo en junio del presente año el ingreso por remesas registró una caída de 16.2%, de manera que las remesas acumulan 20 meses de inestabilidad; es decir, al menos desde un año antes de que Trump fuera electo presidente.

La principal causa que explica las variaciones en el flujo de remesas a México en los últimos meses se debe a una menor inserción de nuevos migrantes al mercado laboral. La apreciación del peso frente al dólar y la actual política migratoria en Estados Unidos son factores complementarios que afectan el envío de remesas.Sin embargo, otros países de América Latina y el Caribe han visto aumentos a las remesas recibidas en el primer semestre de 2025, entre los cuales destacan Honduras (+25.3%), Guatemala (+18.1%) y El Salvador (+17.9%), teniendo como base el monto captado en la primera mitad de 2024.

Entre los hogares en México que son receptores de remesas, estas representaron en promedio el 30.5% de sus ingresos en 2022. A nivel distributivo, la recepción de remesas es un proceso que se observa en todos los deciles de ingreso en México; sin embargo, los cinco deciles más bajos concentran el 58.7% de los hogares que reciben estos ingresos.

En lo que respecta a su salud financiera, las personas que forman parte de hogares receptores de remesas muestran:

1) mayor libertad financiera, pero menor resiliencia económica;

2) mayor número de adultos con ahorros, pero menor tenencia de créditos formales; y

3) una mayor prevalencia en zonas rurales, con jefatura femenina del hogar y presencia de menores de edad y adultos mayores.

Impactos del flujo de remesas son diferenciados: Chiapas y Guerrero, con la mayor dependencia

El Anuario de Migración y Remesas en su edición 2025 también destaca que, a nivel nacional, las remesas representaron en 2024 el 3.5% del Producto Interno Bruto (PIB). En el caso de Chiapas, estas significaron en 2024 el 14.6% del PIB estatal, siendo el porcentaje más alto entre las 32 entidades federativas. Los siguientes lugares los ocupan Guerrero (14.0%), Michoacán (11.2%), Zacatecas (10.9%) y Oaxaca (10.3%).

Con el impuesto del 1% para las remesas en efectivo, aprobado dentro del paquete fiscal en Estados Unidos el pasado 4 de julio, los efectos van a ser marginales. Cerca del 85% de los migrantes mexicanos en Estados Unidos tienen al menos una cuenta bancaria en aquel país, por lo que la mayoría tiene medios para evitar este impuesto. Dado lo anterior, los efectos entre la población mexicana no se prevén significativos, pero sí podrían amplificarse entre la población de origen centroamericano.

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