Alejandro Ríos, presidente de la Iniciativa para los Combustibles Sostenibles de Aviación en México (ICSA) México, señaló que se requieren al menos cuatro refinerías de Combustible Sostenible de Aviación (SAF, por sus siglas en inglés) para evitar la emisión de ocho millones de toneladas de carbono a la atmósfera de aquí al 2030, y mitigar la contaminación producida por el transporte aéreo en la que México se encuentra retrasado.
“México, va muy atrasado en comparación con Estados Unidos en proyectos de biocombustible, ya sea por cuestiones políticas o de falta de presupuesto. Se tiene que impulsar y establecer los temas sustentables”, señaló el directivo.
Durante la presentación Crecimiento Neutral de Carbono en la Aviación del webinar Aviación Verde 2021, organizado por la Cámara Nacional de Aerotransportes (Canaero), Ríos explicó que estas plantas deberán estar operativas a partir de 2024, situarse cerca de los grandes aeropuertos del país, es decir en la Ciudad de México, Guadalajara, Monterrey y Cancún, y tener capacidad de producir entre 400 y 500 toneladas de combustible al día para cubrir las alrededor de mil 800 toneladas al día de SAF que se necesitarán en 2030.
Tanto la Organización de Aviación Civil Internacional como la Asociación de Transporte Aéreo Internacional han planteado las metas de conseguir, en el mediano plazo, un crecimiento neutral de carbono a partir de 2020, mientras que a largo plazo se pretende reducir en el año 2050 la mitad de las emisiones de CO2 de la industria teniendo como base los niveles de 2005, explicó Ríos.
Los componentes principales para producir biocombustibles en el país se pueden obtener de desechos agrícolas, productos derivados de agricultura, residuos sólidos humanos, aceites reciclados, o contemplar gases industriales o una combinación de hidrógeno.
“Lo que tenemos que hacer es apoyar a la industria y buscar los caminos a través de los cuales podemos llegar al objetivo que es hacer una industria más sostenible”, enfatizó Ríos.
Para alcanzar los objetivos de reducción de contaminantes determinados a nivel internacional, el presidente de ICSA urgió a la necesidad de crear infraestructura y fomentar proyectos por medio de la colaboración entre aerolíneas, gobierno, industria, asociaciones y academias.