Otro jueves de confinamiento y hago una segunda recomendación de libro para este periodo de permanecer en la casa. En esta ocasión, se trata de una novela de Nicole Krauss titulada La del amor. Es un librazo, perfectamente tejido, con un final soberbio.

Desde la primera página el lector se encuentra con un misterio que entrelaza la historia de dos personajes muy lejanos y cercanos a la vez: la del anciano Leo Gursky y la adolescente Alma Singer, ambos residentes de Nueva York. La historia del amor comienza cuando Leo recibe una enigmática carta acompañada de un libro que creía perdido.

El pasado y presente de Leo son trágicos. La narrativa sobre este personaje destila tristeza. Gursky vivía en una pequeña aldea en Polonia donde se enamoró de una chica llamada Alma. Su pasión fue la fuerza que le permitió sobrevivir el para luego emigrar a Nueva York.

Ahí llevó una vida estéril y solitaria. Ahora es un viejo cerrajero retirado que sigue los pasos de su hijo Isaac, quien desconoce que Leo es su verdadero padre. Para no ser un fantasma más en la metrópoli, Gursky es capaz de hacer travesuras propias de un niño. Se rehúsa a ser invisible para los demás y, por eso, con todo y su avanzada edad, se inscribe para modelar desnudo en un curso de dibujo.

Leo está obsesionado con la muerte. La siente cercana. Tiene pavor de morirse un día que nadie lo haya visto y que se tarden en encontrar su cadáver. Al respecto decide formar un pacto con su único amigo, otro anciano que es su vecino (aunque esta relación amistosa acaba con un desenlace inesperado).

¿Cuál será el legado de Gursky cuando efectivamente muera? Dice el personaje: “Al final, todo lo que queda de uno son sus posesiones. A lo mejor por eso yo nunca he podido tirar nada. A lo mejor por eso acumulé el mundo: con la esperanza de que cuando muera la suma total de mis cosas sugiera una vida más grande a la que he vivido”.

Pero el destino le deparará una gran sorpresa a este hombre que, como Florentino Ariza en El amor en los tiempos del cólera, tuvo un gran amor que determinó toda su vida.

No muy lejos de donde vive Gursky se encuentra el otro personaje de la novela: Alma Singer, adolescente típica que está entrando al complicado mundo de las relaciones amorosas. Su madre no ha superado la muerte de su esposo hace ocho años, víctima del cáncer. Alma, sin embargo, hace hasta lo imposible para que su madre salga de la depresión. Ansía que vuelva a ser feliz.

Mientras tanto, su hermano menor, otro personaje triste, vive en su propio mundo y alucina con ser un notable religioso. En este mundo de melancolía pura, destaca la jovialidad de Alma. Resulta absolutamente adorable esta niña que comienza a ser adulta gracias a la increíble narrativa en primera persona.

 

Un tercer personaje tremendamente misterioso de La historia del amor es La historia del amor, una novela dentro de la novela que fue escrita en idish, publicada en español y ahora está siendo traducida al inglés por la madre de Alma.

Enigmas, secretos, traiciones, pasiones y melancolía se conjuntan en esta historia de amor en el más puro sentido de la palabra. Nicole Krauss logra que personajes maravillosos convivan en una trama compleja que recuerdan el estilo de Paul Auster y su obsesión con los actos fortuitos. Y todo termina con un final memorable.

La historia del amor fue adaptada para el . La película la dirigió el rumano Radu Mihaileanu. Resultó un fracaso. Nada que ver con el libro: una novela que también es un homenaje al libro y lo que puede llegar a significar en nuestras vidas.

                Twitter: @leozuckermann

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