El producto interno bruto de mantuvo un desempeño positivo en el segundo trimestre del año, aunque por debajo de las estimaciones iniciales, debido a un crecimiento más moderado de las actividades agropecuarias y de los servicios que contrastó con el avance del sector industrial, a lo que se sumó una nueva base para el cálculo del indicador.

     La mexicana creció 0.8% entre abril y junio, en cifras ajustadas por estacionalidad, de acuerdo con el reporte final del Instituto Nacional de Estadística y Geografía.

     La economía anotó así su séptimo trimestre consecutivo de incrementos, aunque éste último resultó ser menor que el reportado de manera preliminar (0.9%).

     El avance del PIB en el trimestre decepcionó frente a las estimaciones de los analistas consultados por Infosel, quienes anticipaban un crecimiento de 1% en el periodo de abril a junio, en cifras desestacionalizadas.

     No obstante, los expertos definieron los datos como positivos y agregaron que contribuirán a un mejor desempeño en el año.

     “El dinamismo del primer semestre apunta a mejores datos para 2023 en su conjunto”, dijo Luis Adrián Muñiz, especialista de Vector Casa de Bolsa, en un reporte. “La probabilidad de recesión durante 2023 prácticamente ha desaparecido, en nuestra opinión”.

     Si el crecimiento se mide en una base anualizada, que es la forma en que lo reportan otras naciones como , éste habría sido de 3.2% en el segundo trimestre.

     De esta forma, el de México, pese a ser menor de lo que se anticipaba, superó al de otras economías como la estadounidense, que se expandió 2.4% en el mismo periodo.

     Al evaluar el desempeño por sectores, se observó que las actividades primarias subieron a una tasa de 0.7%, en tanto que las secundarias crecieron 1.2% y las terciarias 0.7%, todas en su serie trimestral desestacionalizada.

     El avance del sector primario y de servicios fue menor que el reportado inicialmente, mientras que el desempeño de la industria se revisó al alza.

     Así mismo, al medir el desempeño de la actividad nacional en su base interanual, la economía mexicana creció 3.6% con respecto al segundo trimestre de 2022, en cifras sin ajuste estacional y revisadas por Inegi, como también se conoce al órgano responsable de recabar la información económica y social del país.

      En este caso, la economía quedó por debajo del crecimiento de 3.7% anual original que esperaban los analistas encuestados y que fue la lectura preliminar de Inegi, aunque ligó nueve trimestres de expansión.

     Además, la serie del producto interno bruto sufrió ajustes, ya que a partir de esta publicación el año base para el cálculo cambió de 2013 a 2018, lo que a su vez provocó modificaciones en las cifras de crecimiento de otros periodos.

     Así, el avance de la economía en el primer trimestre pasó de 1 a 0.8%, mientras que las lecturas de 2021 y 2022 tuvieron un ajuste significativo al alza, al pasar de 4.9 a 6.1% y de 3 a 3.9%, respectivamente.

     Con esta nueva base para el cálculo del PIB “no se ve difícil la previsión de crecimiento del gobierno en 2023”, que es una meta puntual de 3% para el año, escribió Alfredo Coutiño, director para América Latina de Moody's Analytics, en su cuenta de X (antes Twitter).

     Por su parte, la contracción del PIB en 2020 –año en que se registraron las mayores afectaciones económicas por la pandemia de covid-19– se revisó de -8.2 a -8.8%, dijo Inegi.

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